El Rosal en el Desierto.


Reclamo y mantilla
de sable.
Perpetuo salvaje.
Descontento a la rendición,
irónicamente,
propenso a su suerte.
Cobre salado, ácido, azulado.
Soldado para mantener
la barandilla que envejece.
Ruinas y cables desordenados,
motores gripados,
Dios sin religión.
¿Cómo es ella?
Contestación:
"Sin esfuerzo pocas veces
se consigue el fin perseguido"
¿Y entonces?
Descoyunta tus sentidos,
únelos.
Piensa en un rosal en el desierto.

UN SEGUNDO MÁS


Un segundo más
amando la imperfección en llamas,
amando el aire al vacío,
amando donde brotan lágrimas.
Da igual qué será mañana,
teniéndose,
cogiéndose,
abandonando mi cuerpo
al hueco que tu cuerpo emana.
Amando todo lo vivo;
incluso después que caiga.
Un abrazo furioso en el alma,
creador un segundo más,
una sonrisa, una mirada.
Amando todo lo vivo;
incluso la libertad del perdedor
de equivocarse mañana.
Inconsciente si,
mientras vamos juntos
donde la penumbra no arraiga,
juntos, brillándonos a los ojos,
volando nuestra pequeña estrella,
un segundo más...