VIDA INHUMANA.



Ilusos caprichosos,
los dejé en el armario zapatero
y míralos, han ido andando
hasta las figurillas de navidad
que cornisa adentro dan aliento
de vaho en primavera.
Querrán volverse a llenar de regalos...
Querrán soñar sin que les
sorprendan mis pies llanos...
Querrán distraerse con concierto
del desvarío mundano
que no les deja refrescar
su paladar de lona y caucho.
Tienen derecho a su momento,
les dejaré ahí hasta que mañana
vuelvan al tajo. ¡Que suerte tienen!
Lo que para mí significa un corte
hecho con el instrumento adecuado…
Ya ves… ellos tan tranquilos, relajados,
todavía lo entienden por trabajo…
Distraídos, comentando con muñecos,
lo arduo de su vida y lo huraño que es su dueño…
- Ahora creo que está en crisis
(dicen al papa Nöel siempre ebrio)
- ¡Se quejará! (comenta el muñeco de nieve)
yo ni siquiera soy de nieve, me siento extraño.
- ¡No te quejes! (enfatiza la zapatilla melliza)
al menos siendo de madera no te has derretido
y sigues aquí, disfrutando…
- ¿Disfrutando…? Cada cosa a su manera
y en el momento indicado, ¿Qué hago yo
esta primavera aquí plantado?
- No es para tanto ¡Hip! (balbucea Papa Nöel
borracho).
Aquí estamos mejor que en cualquier trastero
encerrados, aunque sí ¡Hip! Ahora, están
pasando un mal momento ¡Hip!!, los humanos.
Más vale que se acerquen a la vida ¡Hip!
porque el mundo ya no está de su lado…

No hay comentarios: