
Hundiéndome en ilusión de arcilla
dejé hígado en mi patria.
Tirado entre calumnias mal asistidas
toqué amplios halagos, tiernas rencillas.
Y yo, esperaba que tus sueños fueran comunes,
que tus propósitos brillaran sin desechos.
Yo comía de tu mano, conociendo,
que nadie es perfecto, ni la tumba exacta,
ni estamos hechos, y todo baila.
Y yo, que esperaba abrazarme a un solo verso,
ésta es la locura plena, apuesta inversa por un sueño.
Y ahora…
Vuelo de nuevo, vuelo como siempre hice,
volando a la deriva, de nuevo bueno.
1 comentario:
la foto está registrada. Gracias
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